¿Por qué cambiar el escudo de la cerradura?
Seguramente ya sabes que los escudos de cerradura son dispositivos que se colocan para proteger las cerraduras en caso de rotura, taladro o extracción. Dicho esto ¿Por qué tienes que cambiar el escudo de tu cerradura? Si quieres conocer la respuesta a esta pregunta, solo tienes que seguir leyendo, ya que aquí vamos a contarte todo lo que tienes que saber.
¿Qué es un escudo de cerradura?
Esta es básicamente una pieza metálica que se coloca justo en la zona del bombín. Gracias a esta pieza es que se puede proteger al bombín de un ataque indeseado. Por lo general es una pieza bastante eficiente y resistente, sin embargo, su efectividad va depender del tipo de escudo con el que se proteja la cerradura, al igual que el tipo de ataque se le lleve a cabo, en ella.
Hay que mencionar que hay diversos tipos de escudos para las cerraduras. Por ejemplo, el semicerrado, que están en la parte frontal del bombín; el cerrado que es un peldaño por encima en cuanto al nivel de protección del sistema anterior; el escudo abierto que se coloca alrededor del bombín; y el escudo magnético que es el que más protección ofrece, ya que tiene una pequeña membrana que oculta por completo la visión del bombín de la cerradura.
¿Por qué cambiar el escudo de la cerradura?
La razón para cambiar el escudo de la cerradura es porque cualquier cerradura que no tenga una de estas piezas o esté en mal estado, van a ser completamente vulnerables. Hay que tener en cuenta que hay dos métodos más habituales para robar en las viviendas, uno de ellos es un ataque violento a la cerradura por una protección inadecuada y el segundo es un ataque técnico a la cerradura.
Por lo tanto, el doble escudo-cerradura tiene que ser apropiado, siendo un escudo suficientemente resistente y el bombín seguro contra el ataque técnico. Hay que tener en cuenta que en los últimos meses y años se han detectado varios robos por medio de la rotura del cilindro o bombín. La razón de esto es que no existe un escudo protector en la cerradura, o que, si hay, pero la calidad del mismo no es muy buena, algo que puede deberse a que es antiguo.
Por otro lado, esto puede deberse a otros dos motivos. La primera razón es que nos encontramos con viviendas que o bien no disponen de un escudo protector o bien este es antiguo. Con esto último tratamos de decir que, aunque es válido para ese momento, no ofrece mucha resistencia a los nuevos y silenciosos sistemas y herramientas que usan los ladrones para cometer hurtos.
El segundo motivo es que estamos en obras y el escudo protector es solo para aparentar. Básicamente que no tiene la mínima resistencia requerida. Por ejemplo, estos pueden ser huecos, que no esté hecho con materiales resistentes o que la instalación del mismo no haya sido la correcta. Si esto ocurre es obvio que hay que cambiar el escudo de tu cerradura.